Entendemos por bruxismo una alteración biomecánica de la articulación temporomandibular (ATM).
Decimos que una persona es bruxista, cuando durante la noche aprieta los dientes o los hace chirriar. Aunque esta disfunción puede aparecer también durante el día.
A veces, la persona no es consciente de que es bruxista hasta que acude al dentista por una visita de rutina o para solucionar un problema dental; es cuando el profesional aprecia que existe un desgaste de las piezas dentales por la continua compresión y movimiento de cizalla de los dientes superiores sobre los inferiores.
Si realizamos una entrevista un poco más profunda veremos que además el bruxista puede referir:
- Dolor e inflamación de la articulación de la mandíbula
- Cefaleas
- Dolor de oído o pitidos (tinnitus y acúfenos)
- Dificultad al comer ciertos alimentos (no puede abrir la boca o lo hace de forma asimétrica)
Además del control y las recomendaciones por parte del dentista, el fisioterapeuta también puede ayudar con su tratamiento a conseguir:
- disminuir la tensión y el espasmo muscular
- realizar un trabajo global para el control de la postura
- realizar un trabajo analítico de la ATM para recuperar el movimiento normal de la mandíbula
La acupuntura también será otra de las herramientas que el fisioterapeuta acupuntor utilizará para tratar el componente emocional y de estrés del bruxismo.
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